Cortes de carne en la parrillada de carbón
En “EL Porteño” cocinamos la parrillada al más puro estilo argentino.
Y tenemos en cuenta algunos secretos para que salga en su punto …
Cocinamos con parrilla de carbón y según el que utilicemos tendremos un aroma u otro en nuestras carnes.
La carne sobre la parrilla debe recibir el mismo nivel de calor, y 10 centímetros será la distancia entre la parrilla y las brasas.
El calor será el elemento con el que cocinaremos el asado y no las llamas de fuego.
Al ser el calor el elemento con que cocinaremos, no añadiremos nuevo carbón una vez estén situada la carne sobre nuestra parrilla.
En “El Porteño” añadimos la carne una vez quedan las brasas de color rojizo y la parte superior de las mismas adquiere una capa de cenizas.
Mantenemos la carne a temperatura ambiente durante unas horas antes de llevarlas a la parrilla. De esta manera conseguiremos el punto justo de jugosidad en todos los cortes.
Más tarde añadimos sal una vez la carne esté en la parrilla y bien sellada por las dos partes. En el caso de que tengamos que condimentar con otra especia lo haremos una vez la pieza ya esté cocinada y lista para comer.
En el asador tenemos en cuenta el grosor y el tipo de corte de que se trate.
Tendremos en cuenta las características de cada uno de los cortes. No todos requieren el mismo tiempo de cocción en parrilla.
Utilizamos pinzas para dar la vuelta a nuestros cortes en la parrilla. Evitaremos así que se escapen los jugos de las carnes.
Finalmente servimos las piezas o bien sobre bandejas de madera o bien sobre parrillas metálicas con foco de calor en la parte inferior.
Utilizamos carbones aún con temperatura. Será el comensal el que decidirá el punto final de su carne, más o menos hecho.
No os perdáis la parrilla de “El Porteño”.